
PROGRAMACION FETAL: NUEVE MESES PARA MODELAR EL FUTURO
08 Jun 2015, by Blog inNo. No es un título de una novela de ciencia ficción. Lleva sucediendo milenios desde que la especie humana existe, o incluso antes.
No conocemos completamente sus mecanismos pero existe evidencia científica de un concepto emergente que reúne múltiples condiciones: la Programación Fetal. Y hace referencia a aquellas interacciones que inciden en el desarrollo embriológico y fetal, y que impactarán en el resto de su vida.
La luz de un nuevo sendero científico surgió a través de la “Hipótesis Barker” (Dr. D. Barker, Epidemiologics, Southampton University) que posiciona que los individuos que nacen con un bajo peso tendrán un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, tales como la insuficiencia coronaria.
¿ Y cómo puede ser ésto posible? Intraútero el genoma es transmitido invariablemente a cada individuo; sin embargo, la expresión de determinados genes, y su traducción duradera en las funciones metabólicas está condicionada por diferentes factores que nos moldean por dentro y por fuera: los correctos macro y micronutrientes, la exposición a tóxicos, las infecciones durante el embarazo, y además nuestras emociones y estado de ánimo.
Existen numerosos estudios observacionales así como clínicos y experimentales que apoyan a la Programación Fetal como el origen de enfermedades crónicas metabólicas graves, ya durante la infancia, como la Obesidad, diabetes, eventos cardiovasculares, transtornos inmunoalérgicos como el asma, y alteraciones en el neurodesarrollo.
Pero no sólo pensemos en una programación fetal adversa. Pensemos en cómo una madre puede ‘mejorar’ genéticamente a su hijo, y que sea más sano Pues con diversas estrategias que se resumen en un control prenatal adecuado. En primer lugar la adecuada nutrición, con diversos microcomponentes que se evidencian necesarios (ácido fólico para evitar defectos de tubo neural y correcto crecimiento; yodo, vitaminas del grupo B, ácidos grasos Omega a través de DHA, vitamina D, Magnesio y Zinc…). Es importantísimo evitar alcohol y tabaco, con tolerancia-cero hacia ellos; mantener un buen control de glucemias y de ganancia de peso en pos de evitar diabetes gestacional y preeclampsia; algo de ejercicio y una actitud positiva.
Cuanto más felices seamos y más ‘hablemos’ con nuestro futuro hijo, conseguiremos una mayor respuesta positiva en su plasticidad neuronal, ligado a menores estados de ansiedad, trastornos de hiperactividad, mayor cociente intelectual, y en los últimos estudios, consecución de mayor estatus sociolaboral en la vida futura.
Necesitamos más estudios para responder muchas preguntas clave y por ahora utópicas como si podremos acabar con el cáncer ya desde la etapa intraútero. Por el momento, contagiémonos de optimismo porque, está en nuestra mano que, de forma silenciosa, con cada embarazo hagamos una obra de ingeniería genética maestra.